¿Qué harías distinto en tu vida si volvieses a nacer sabiendo lo que sabes ahora?
¿Cuántas veces te han hecho, has hecho o te has hecho esta pregunta? Plantearnos cómo sería de distinta nuestra vida si pudiéramos dar marcha atrás y volver a nacer, o situarnos en la edad que eligiésemos, y pudiésemos empezar de nuevo con la información que tenemos ahora.
Las cosas nos resultan obvias, o fáciles de acertar a toro pasado, y en cambio, lo difícil que resulta atinar con la misma cosa si miramos hacia adelante. Porque, realmente, ¿qué información concretamente te llevarías a la casilla de salida de toda la que sabes?, ¿qué es eso tan importante que has aprendido que si lo hubieras aplicado en tu pasado los resultados hubieran sido completamente distintos?
Toma lápiz y papel y un momento para ti, para contestar las siguientes preguntas. Se lo más sincer@ que puedas, incluso aunque indagar en esas respuestas resulte incómodo o hasta doloroso:
- ¿Qué límites hubieras puesto y a quién?
- ¿Qué hubieras aprendido y para qué?
- ¿Qué hubieras elegido y qué hubieras dejado ir?
- ¿Qué decisiones habrías tomado y para qué?
- ¿A quién hubieras dicho que sí, y a quién hubieras dicho que no?
- ¿Con quién hubieras pasado más tiempo?
- ¿Qué le hubieras dicho a esas personas a las que te faltó tiempo para decirles?
- ¿A qué te hubieras dedicado y para qué?
- ¿Qué hubieras hecho si n o hubieras tenido o miedo, o te hubiera importado la opinión de otros?
- ¿A qué tuviste miedo, que luego resultó no ser tan intimidador?
- ¿Cuál de estos miedos te impidieron hacer algo que realmente querías hacer?
- ¿Y qué es eso que realmente te hubiera gustado hacer distinto?
- Si pudieras describir tu yo ideal, sin limitaciones, con todas las opciones, con todos los recursos, ¿cómo hubiera sido?
- Si te metieras en el papel de un niño de 8 años, ¿cómo describiría este tu vida? ¿Cómo te vería a ti? ¿Qué opinaría de lo que sientes, de lo que piensas, de cómo actúas?
- Y si respondieras a esto mismo metiéndote en el papel de un hombre de 99 años, ¿cómo de diferente sería lo que él vería?
Quizás te parezcan muchas preguntas, quizás te parezca algo tedioso contestarlas todas, aunque te adelanto que te aportarían muchísima información y conocimiento sobre ti mism@, información que puedes usar para decidir qué parte de eso que has averiguado podrías poner en marcha, podrías iniciar o podrías hacer.
“Dentro de veinte años a partir de ahora te arrepentirás de las cosas que no hiciste, así que suelta las amarras y navega fuera de tu zona de confort, busca el viento en tus velas. Explora, Sueña, Descubre”.
-Mark Twain-
Volver al pasado es imposible. Vivir en él, pensando en lo que pudiste hacer distinto, una pérdida de tiempo y de vida, y vivir en el futuro planificando lo que pueda ocurrir para no volver a cometer errores pasados, supone para bien y para mal, vivir algo que no ha ocurrido todavía, y que quizás nunca suceda.
El mejor momento para hacer, para ser, para poner en marcha todas esas respuestas que has podido sacar de las preguntas que te he planteado antes, es ahora, hoy, este mismo momento. Quizás, en esas respuestas, hayan salido muchos deseos, objetivos, o metas que te gustaría ver cumplidas. Quizás algunas ya no pueden ser o no tienen razón de ser, pero te hago una propuesta:
Haz una lista (sí otra más, aunque merecerá la pena) con todo lo que quisiste hacer y no llevaste a cabo. Cuando la tengas, ordénala según prioridad o preferencia, y cuando lo hagas hecho, quédate con las cinco primeras. Cuando tengas tu Top five haz una lista de los primeros pasos, aunque sean pequeños, que puedes dar para comenzar con cada una. Y, de estos primeros pasos, elige el que es más factible o te es más posible de emprender en este momento.
¿Lo tienes? Pues ahora, lánzate con uñas y dientes a por él.
Si dentro de 5 años respondieras de nuevo las preguntas anteriores, que no queden cosas por hacer porque no te atreviste, porque te dio vergüenza empezar, porque no tenías la aprobación de tu entorno, por complejos, limitaciones, prejuicios… Porque si fuera así, si al contestarlas de nuevo encontraras cosas que no hiciste solo por “no puedos”, todo eso que dices que has aprendido y que te llevarías al pasado, en el caso de poder empezar de nuevo, no te valdría de nada, ya que, si sabiendo lo que sabes ahora, no lo has hecho o no lo haces, ¿por qué iba a ser distinto en el pasado?
Cada día, cada mañana, cada siguiente momento, es un inicio, una oportunidad, un nuevo comienzo, aprovéchalo, y como decía Mark Twain, “suelta velas y ponte a navegar”.
“No hay viento favorable para el que no sabe dónde va”.
– Séneca-
En mi caso, sé que una de mis repuestas hubiera sido sin dudarlo haber sido más valiente. Más valiente para hacer lo que siempre he querido hacer, aunque esto fuese distinto a las expectativas que los demás pudiesen haber tenido sobre mí. Aunque hubiera incluso decepcionado a algunos, pero al menos, no me hubiera decepcionado a mí.
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Si pudiese rebobinar, mandaría una nota a mi pasado, a mí niña pequeña, y le diría que confiase absolutamente en ella, y que hiciese aquello que le dicte el corazón, y que realmente quisiese hacer. Que fuese fiel a sí misma, y a lo que realmente quería, para que de este modo se ahorrase muchos años de búsqueda esperando encontrar fuera lo que siempre estuvo dentro.
Aun así, no es cuestión de reprocharnos nada o de arrepentimientos, ya que, gracias a nuestras experiencias, a lo que hemos vivido, a lo que hemos aprendido, somos lo que somos hoy en día. Así que, conseguir sacar el aprendizaje de todo esto, equivaldrá a encontrar el tesoro que nos marcaba nuestro propio mapa con una gran equis. Además, de que, posicionarnos en el “y si” solo nos paralizaría y nos bloquearía, no llevándonos a ningún lado.
La clave es más bien hacer una toma de conciencia y una puesta en acción, mirando siempre hacia adelante, llevando con nosotros esa mochila tan nuestra y llena de tantas herramientas que hemos ido adquiriendo, y que podremos utilizar a lo largo del camino.
Yo soy plenamente responsable de lo que elijo; de mis decisiones, de hacer o no de hacer, de avanzar o de frenarme, y solo yo puedo ser capaz de materializar lo que realmente deseo en mi vida.
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