
Este es un post cortito en el que solo quería dejar reflejado las palabras un poeta norteamericano, Berton Braley, cuyo poema “The Will to Win“, después de tantos años, sigue inspirando y motivando a muchas personas en cuyas manos cae. Entre las que me incluyo.
Tony Robbins comenta siempre cómo este poema tuvo mucho que ver en lo que ha llegado a ser hoy en día.
En nuestra agenda, estaría bien hacer una anotación que denominásemos algo así como “Gasolina“, “Píldora de motivación“, “Chute“, no sé… para gustos colores. Algo con lo que cada uno resonase, y así poder leer, ver o escuchar algo que nos recargase las pilas y las mantuviera a tope: un discurso, un poema, un video de alguien que nos inspire, una frase, etc…. Lo que sea que te funcione. Es más, yo lo voy a hacer. Ya os diré más adelante qué me ha aportado.
Braley habla en sus letras de la importancia de la acción por encima del deseo o del sueño. Como con foco, esfuerzo y siguiendo el proceso, conseguimos lo que deseamos.
Es correr esa milla extra dando un paso más de lo que hemos planeado o establecido.
Cuando nos proponemos algo, no siempre, o casi nunca es fácil. Si nos resulta fácil, es que el nivel de reto que nos hemos planteado no es muy alto y tenemos espacio para dar un poco más.
Detrás de una meta hay planificación y trabajo. Hay esfuerzo y concentración. Hay foco y perseverancia. Hay valentía y miedo. Incertidumbre y confianza. Hay evaluación y flexibilidad. Hay disciplina y un fluir constante.
Muchas veces, cuando visualizamos lo que deseamos conseguir solemos ver delante de nosotros el camino que hemos de recorrer y que nos llevará hasta él. Yo el mío además lo veo como en la foto de abajo: Un camino recto, limpio, transitable, quizás alguna piedrecilla, unas vistas maravillosas que me acompañan, etc.

Y está bien verlo así, aunque la realidad es muy distinta, y es ahí donde debemos poner los pies en el suelo y desarrollar nuestro plan. En la mayoría de las ocasiones el camino se bifurca sin saber muy bien cuál es la correcta; hay cuestas que resultan agotadoras; bajadas abruptas que nos hacen incluso tropezar; hay rocas que hemos de sortear; hay socavones…
Porque incluso cuando lo tienes muy claro, cuando sabes lo que realmente quieres, cuando no concibes tu vida sin que sea una realidad en tu vida… sigues desviándote, cayéndote, o perdiendo alguna batalla.
Es en esos momentos, cuando tenemos que echar mano de la motivación. De conectar con nuestro ser y con eso que nos apasiona. De conectar con esa gasolina que no es otra que el saber que estás en el único camino posible para ti. El único para sentirte realmente vivo/a.
Desarrolla un plan meditado. Bájalo a tierra, establece tiempos y fechas, reevalúalo y modifícalo sobre la marcha si es necesario. Sé consciente de aquello que juega a tu favor, y qué a la contra para deshacerte de ello.
De esta forma, contarás con el viento suficiente a tu favor para recorrer el viaje y en el caso de que incluso no soplara, tendrás la capacidad de desplegar las alas y buscar la forma de seguir navegando.
Y si a pesar de todas las dificultades sigues adelante… el éxito, cualquiera que sea que hayas definido, estará asegurado.
El poema dice así:
“Si quieres algo tanto como para
salir y luchar por ello,
trabajar día y noche por ello,
renunciar a tu tiempo y tu paz y tu sueño por ello.
Si tan solo desearlo te hace enloquecer
tanto como para nunca cansarte de ello,
te hace refrenarte de todas las otras cosas
deslumbrantes y baratas por ello.
Si la vida parece vacía e inútil sin ello,
y todo lo que planeas y sueñas es sobre ello.
Si con gusto sudarás por ello,
te mortificas por ello, planeas por ello,
pierdes todo tu terror a Dios o al hombre por ello.
Si simplemente irás a por eso que quieres,
con toda tu capacidad, fortaleza y sagacidad,
fe, esperanza y confianza, severa tenacidad.
Si ni la fría pobreza, el hambre y la desolación,
ni la enfermedad ni el dolor del cuerpo o la mente
pueden apartarte de aquello que quieres.
Si obsesionado y resuelto lo acosas y asedias,
¡lo conseguirás!”
Y tú, ¿qué utilizas para motivarte, para mantenerte en el camino, e incluso para volver a él? Gracias por leerme.
Me interesa tu opinión